
Ese vestido de novia que se adapta perfectamente a las curvas de las mujeres, se inspiró en la más grande de las constelaciones modernas, Hidra.
Esta constelación aparece como una serpiente retorciéndose y hace referencia, en la mitología griega, a la hija de Tritón y Equidna, un monstruo de apariencia reptiliana y de múltiples cabezas.